Es un anticonceptivo hormonal con forma de lámina cuadrada de plástico que se pega en la piel y libera hormonas de estrógeno y progestina hacia el torrente sanguíneo que inhiben la ovulación para impedir un embarazo.
El parche no debe despegarse cuando sudas, vas a nadar, cuando estás en una sauna, etc. Pero es importante chequear todos los días el parche anticonceptivo para asegurarte que está bien adherido a la piel.
Debe comenzar a utilizarse el primer día de la menstruación, en la piel sana, limpia, seca y sin vello y se puede pegar en el glúteo, abdomen, parte superior externa del brazo o torso, pero nunca en las mamas. Se mantiene el parche durante una semana y se cambia cada semana hasta cumplir 3 semanas, a la cuarta semana se descansa y es cuando debería de regresar la menstruación.
Para pegarlo correctamente, se recomienda presionar firmemente hasta que los bordes se adhieran a la piel por completo.
Cuando se empieza por primera vez con el parche se aplica el primer día de la menstruación y se aconseja reforzar el parche con el condón los primeros 7 días.
Si no pasan 24 horas se puede volver a pegar; pero puede que no siempre se consiga, si no es posible, puedes aplicarte uno nuevo y la fecha de cambio seguirá siendo la misma.
Si han pasado más de 24 horas debe reiniciarse un nuevo ciclo de 21 días y aplicar un nuevo parche y utilizar algún otro anticonceptivo como el condón durante una semana para reforzar la anticoncepción.
No existe relación que demuestre que el uso del parche anticonceptivo y el riesgo de contagio de VPH esté relacionado, es un bulo.
El uso de cualquier anticonceptivo que no sea de barrera no aumenta el riesgo de contagio de este virus, pero tampoco lo previene.
Al igual que cualquier otro anticonceptivo hormonal, el parche no tiene ningún efecto negativo sobre la fertilidad. Lo único que se tiene que tener en cuenta es que, tras suspender su uso, dependiendo del tipo, tardará más o menos tiempo en recuperar la normalidad de los ciclos menstruales habituales.
No es lo adecuado porque la capa interna del útero debe renovarse periódicamente de vez en cuando a través de la menstruación como factor protector del cáncer de útero y la carga hormonal a la que la mujer está expuesta debe ser la adecuada con base en los descansos establecidos por cada método.
