El olor vaginal es un tema que genera dudas, preocupación e incluso vergüenza en muchas mujeres. Sin embargo, es importante saber que la vagina tiene un olor natural que puede variar a lo largo del ciclo menstrual, durante el embarazo o después de realizar actividad física. Conocer qué es normal y qué no es clave para cuidar la salud íntima y detectar a tiempo cualquier alteración.
La vagina cuenta con un equilibrio natural de bacterias saludables que ayudan a mantener un pH adecuado. Este equilibrio puede producir un olor suave y ligeramente ácido, lo cual es completamente normal. Factores como la ovulación, la menstruación, el sudor o las relaciones sexuales pueden modificar temporalmente ese olor.
Sin embargo, cuando el olor vaginal es fuerte, desagradable o persistente, puede ser una señal de alerta. Olores similares a pescado, moho o muy intensos suelen asociarse con infecciones como la vaginosis bacteriana, candidiasis u otras infecciones vaginales. Estos cambios suelen venir acompañados de otros síntomas como flujo anormal, comezón, ardor o irritación.
Es importante evitar la automedicación o el uso excesivo de duchas vaginales y productos perfumados, ya que pueden alterar el pH natural y empeorar el problema. Ante cualquier cambio inusual, lo más recomendable es acudir con un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
En Unidades Médicas de la Mujer, contamos con personal capacitado y tecnología adecuada para brindarte una revisión ginecológica completa, identificar la causa de cualquier alteración y ofrecerte el tratamiento más adecuado para tu bienestar.
